Estas
políticas se volvieron claves para el futuro del bloque socialista, ya que tuvo
como desenlace el nacimiento de la Comunidad de Estados Independientes (CEI) el
22 de diciembre de 1991 fecha en la que la URSS dejó de existir y la
terminación de setenta años de poder soviético. Aunque según en otras
interpretaciones históricas no sólo fueron setenta años, sino la desintegración
de ‘todas las Rusias’ que duró más de tres siglos.
La Perestroika fue creada para desarrollar una nueva estructura de
la economía interna de la Unión Soviética, y fue llevada a la práctica en todo
el territorio de la Unión Soviética por Mijaíl Gorbachov. La visión que tenía
Gorbachov para el futuro fundamentalmente era reorganizar el sistema
socialista, para poder conservarlo.
La Glasnost que a comparación de la Perestroika, teniendo también
como líder también a Gorbachov, se concentraba en liberalizar el sistema
político. En esta se estipulaban libertades para los medios de comunicación
tuvieran mayor confianza para criticar al gobierno.
La
democracia socialista debería constituir el resorte de las transformaciones
económicas, políticas y sociales que requería el desarrollo y perfeccionamiento
del socialismo. Con la llegada de Stalin
al poder pudo haber existido cualquier clase de régimen político, menos una
democracia socialista o popular.
El
deterioro político del Estado soviético, fueron las trayectorias erráticas que
adquirió el modelo soviético de economía socialista, cuyos contenidos
originales se fueron trastocando bajo la férrea mano del régimen de Stalin que
mantendría un perfil opresivo con la confrontación con el mundo capitalista a
lo que vino a profundizar la bipolaridad del mundo. En este contexto, el
sistema stalinista se volvió anacrónico e irracional. Con la muerte de Stalin,
asciende al poder Nikita Kruschev
quien hizo algunos intentos por reformar el socialismo real aunque careció de
suficiente conciencia crítica y afectó al movimiento comunista internacional,
debido a ello fue derrocado en un golpe de Estado once años después en 1964.
Siendo sustituido por Leonid Brezhnev
quien era severamente cuestionado por la corriente de la contracultura. Así,
luego con la muerte de Brezhnev, Mijaíl
Gorbachov sede el poder y de inmediato enfrenta tres situaciones
problemáticas. Primero, la carga económica, segundo el creciente deterioro
económico y tercero el desgaste del modelo soviético. Era urgente iniciar una
verdadera revolución que afectaría a los principales soportes del Partido
Comunista.
A sus reformas
radicales muchos le encontraron un ritmo demasiado lento. Y se debió al
alejamiento dentro de la élite soviética de los ‘Nuevos Pensadores’ y los
conservadores; conservadores que bloquearon deliberadamente el proceso de
cambio. Esto fue expuesto en las secuelas del desastre de Chernóbil. Ya que
fueron mal informados por los complejos industrial-miliares y traicionados por
los conservados que bloquearon información en relación con el incidente y, en
consecuencia, retrasaron a la respuesta oficial. Hubo un “resultado positivo”
con Chernóbil ya que Gorbachov y sus compañeros reformadores recibieron un
mayor impulso nacional e internacional para proseguir con la reforma.
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